Muchos compartirán la idea de que en la vida todo representa un aprendizaje. En el ámbito corporativo también. De hecho, frente a la emergencia sanitaria que se atraviesa, desde ya se pueden palpar varias lecciones tecnológicas del covid-19 hacia las organizaciones. Las presentamos bajo estas líneas para que sean abordadas como ejercicio en cada compañía.

La intención es que, luego de mirar hacia dentro del proyecto empresarial, se incorporen las enseñanzas de la pandemia y, ante otro cambio brusco de escenario o para mantener la competitividad en circunstancias regulares, se cuente con las habilidades necesarias para sortear el contexto con agilidad y asegurar la permanencia en el sector.

Lecciones tecnológicas del covid-19

De entrada, hay cuatro aprendizajes para el mundo empresarial. Todos subyacen en el nivel de madurez digital y atienden tanto lo interno (procesos, colaboradores) como lo externo (clientes).

1. La digitalización no es opcional

En redes sociales circula un meme que pregunta quién finalmente ha acelerado la transformación digital en la empresa. Respuestas posibles: el CEO, el titular de tecnología, el área de TI, el equipo ágil y… el covid-19.

digitalización covid
El meme de la reflexión

Honestamente, si se mira bien y dejando el chiste a un lado, el coronavirus ha apresurado de manera significativa el proceso de digitalización en el ámbito corporativo. El impacto de la pandemia ha sido tan fuerte que muchas organizaciones han tenido que redefinir sobre la marcha estructuras, estrategias y modelos de negocio y de gestión. Para lograrlo, la tecnología ha sido la piedra angular del proceso, por lo que aquello que muchos ejecutivos creían opcional, no lo es. La digitalización es un mandato corporativo y es en la medida en que la estrategia de negocios y la tecnológica estén alineadas que el crecimiento será mayor o menor.

2. Si no estás en la nube, no estás en ningún lado

Cuando arrancó la cuarentena, lo primero que pudieron constatar las compañías fue si podían ­–y hasta qué punto­– acceder a la información actualizada de las áreas. Aquellas que se dieron cuenta de que, más allá de la modernidad de sus sistemas on premise, no podían continuar trabajando con regularidad fuera de la oficina han afrontado el caos de frente. Lamentablemente, eso ha ocasionado que muchas organizaciones no se mantengan productivas y hasta hayan recortado personal. Si hubiesen adoptado la nube como servicio a tiempo y almacenaran y gestionaran la información en ese entorno, otro gallo cantaría.

Por lo general, existe resistencia para migrar los datos por un tema de complejidad y seguridad. Lo cierto es que la nube es sumamente flexible y no requiere hardware. Por otro lado, los proveedores de clase mundial, como el caso de la AWS, la nube de Amazon, cubren los estándares de seguridad más elevados del mundo.

3. Las TI deben facilitar la satisfacción del cliente

El cliente es el actor que le da sentido al negocio en términos transaccionales, por lo que su satisfacción no se puede solapar con otras “prioridades”: él es la prioridad.

Cuando pensamos en los beneficios de la tecnología puestos sobre los usuarios o compradores de nuestro producto o servicio estamos evolucionando para ser una empresa centrada en el cliente. En ese curso encontraremos necesario pensar las incorporaciones tecnológicas en función de darle mayor agilidad a la logística para que el pedido se entregue en tiempo y forma. También en función de administrar las bases de datos con eficiencia y lograr una negociación fluida. Además, es importante contar con los medios para analizar datos de distintas fuentes y diseñar cada día mejores estrategias. Asimismo, habilitar nuevos canales y puntos de venta como los digitales. Se trata de solo algunos requerimientos de una lista que puede seguir y que encuentra las respuestas en las soluciones y aplicaciones de negocio.

4. Es urgente impulsar una cultura digital

A partir del confinamiento, los colaboradores se han tenido que “poner los patines” para estar al día con las aplicaciones y herramientas que facilitan el trabajo remoto. De igual modo, para encontrarle una solución apalancada en las tecnologías a aquello que se podía resolver de forma tradicional, como consultando alguna carpeta en el archivo de madera de contabilidad o visitando el almacén. La colaboración online ha tomado un protagonismo sin precedentes y “pensar y actuar digitalmente” es el nuevo requisito para un capital humano eficiente.

La digitalización de la empresa amerita que las personas también se modernicen en ese sentido y desarrollen nuevas habilidades. Hablamos de competencias, liderazgo y actitud frente a lo digital. Ya no se trata de revisar reportes planos y pensando a meses, se trata de revisar reportes en tiempo real para tomar decisiones para ahora y de un modo novedoso que le aporte valor al negocio o a la organización.

Con seguridad, las lecciones tecnológicas del covid-19 sacudirán a más de una compañía. Si revisados estos puntos sientes que tu empresa está rezagada y su baja madurez digital ha dificultado hacerle cara a la realidad, estamos dispuestos a ayudar. Contáctanos para mayor orientación.

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